La ciudad de Monterrey no sólo vivió un día muy preocupada por lo que está pasando en nuestro país. La lucha contra el narco es algo con lo que los regios están viviendo el día a día. Pero ahí es toda la ciudad. Hoy sólo la mitad de la ciudad tenía una preocupación extra, así es, hoy jugaba Rayados en el Estadio Tecnológico.
¿Por qué la mitad? Por la simple razón que la mitad le va a Rayados y la otra a Tigres. Por obvias razones la mitad felina quería que Santos quedara campeón y ver una derrota muy dolorosa para los Rayados. Pero por el otro lado la ansiedad invadía a los hinchas, ellos tenían confianza es su equipo y como salió en un reportaje de la gente allá en Monterrey: "no importa la cantidad que me costó el boleto con tal de ver a Monterrey Campeón".
Después de ver la ida en el Territorio Santos Modelo, muchos ya empezaban a dudar y a preocuparse por aquellos 800, 900 y hasta 2500 pesos que se pagaron por una entrada al Tec. Y bueno, si a eso le agregamos los que viajaron a Torreón, pues ya es más dinero. Pero como dicen por ahí "la esperanza muere al último" y así fue como la afición Rayada vivió desde el jueves que se jugó la ida, hasta el día de hoy con lo que todos vimos por TV.
Como siempre, la gente comenzó a llegar temprano al Estadio y, conforme pasó la hora, la hinchada fue poco a poco copando las gradas. Para una hora antes del juego, los reportes indicaban que el Tec ya estaba lleno y que no cabía un alma más dentro de la cancha de Rayados. Era de esperarse, pues la gente tenía esa ilusión de volver a ver a Monterrey Campeón en su campo desde 1986 que no lo hacían.
Pero también tenían una preocupación que no querían soltar: cuando Toluca, dirigido por Américo Rubén Gallego y los Pumas, dirigidos por Hugo Sánchez, les robaran una estrella más al perder como local. Y era obvio que nadie quería soltar esas anécdotas negras en la historia de Rayados, pues hoy si quería ver una vuelta más de su equipo.
El juego estaba por comenzar, los jugadores ya había hecho el clásico protocolo de inicio y el Himno Nacional Mexicano ya se había entonado. Todo estaba listo para una final más del fútbol mexicano, que tenía como protagonista a dos equipos del norte. El pitazo sonó y la final de vuelta ya se jugaba en el Tec de Monterrey.
La gente muy rápido comenzó a sentir ese ataque tan pesado de su equipo, Chupete Suazo estrelló un balón al travesaño y posteriormente, le anularon un gol al mismo jugador. Y después de tanta insistencia por parte del conjunto local, llegó el minuto 28, Suazo recibió un pase, entre dos defensas de Santos sacó el disparo y el balón pasó muy cerca del poste izquierdo (viendo de frente la portería) y se coló para poner el uno por cero para Rayados. ¡El Estadio explotó por el empate global en ese momento!
Así acabó el primer tiempo, con un Monterrey mejor que Santos dentro del terreno de juego y con una hinchada muy ilusionada por levantar la copa y ponerle la cuarta estrella al escudo. Por otra parte, Santos salió muy dolito y ya con el empate; Romano tenía que hacer algo para mejorar al equipo y tratar de que salieran a dar todo por esa cuarta estrella y la felicidad para los habitantes de La Laguna.
En teoría tendría que haber sido así, pero la historia salió muy marcada y terminó como ya sabemos.
El segundo tiempo comenzó y fue la misma historia que el primero: Rayados mucho más peligroso que Santos y estaba más cerca del 2 que los Guerreros del primero. Pasó el tiempo y el Tec no volvió a explotar sino hasta el minuto 72 cuando José María Basanta se levantó en el área de Santos, cubierto por Felipe Baloy; remató muy seco hacia la portería de Oswaldo, el balón viajó y se incrustó en la red. Era el segundo para Rayados.
Pero la polémica no se dejó esperar, la banca de Santos comenzó a reclamar que el esférico no estaba bien colocado en el área del tiro de esquina. Decía que ese corner se tenía que repetir y, por ende, el gol quedaba anulado. La realidad fue otra, Armando Archundia decidió dar como bueno el gol y así Rayados tenía ya la ventaja: cada vez más cerca del título.
Santos ya estaba agonizando en la cancha y parecía ya no tener reacción ante los dos goles. El tiro de gracia de Monterrey fue al minuto 85 cuando Humberto Andrés Suazo tomó el balón desde el centro del campo, dribló a jugadores de Santos, entró al área, Oswaldo trató de achicar el ángulo de tiro pero el jugador chileno toco sutilmente por encima del guardameta y puso el 3 por 0 y cerró el campeonato Rayado.
El Tec era una verdadera fiesta, todos ya festejaban el título, pues faltaban cinco minutos para dar una vuelta más y cumplir lo que no había visto desde el 86: ver a Monterrey Campeón en su Estadio. Así concluyó la final, Armando Archundía pitó el final del juego (Partido que por cierto fue el último del silbante mexicano como profesional) y los festejos no se dejaron esperar. Tanto en la grada como en el campo, los jugadores e hinchada rayada festejaban con todo este 4 título de su historia.
Como siempre, las dos caras se mostraron en el campo de juego: Por una parte Rayados festejando el campeonato y Santos derrotado, con jugadores llorando en el campo y sólo les quedaba esperar la medalla del sub campeón. Esta fue la segunda final seguida que Santos cae, la primera fue el torneo pasado ante Toluca en el Nemesio Diez.
Otro duelo del que se habló toda la semana era el de los Técnicos: Víctor Manuel Vucetich ha ganado todas las finales que ha ganado y Rubén Omar Romano ha perdido todas las que ha disputado. En este día no fue la excepción. Terminó como la historia lo indicaba: Vuce en la gloria y Romano en la amargura de otro sub campeonato.
Hoy la ciudad de Monterrey no duerme, por lo menos la mitad de ella. La Macroplaza ya presentaba una gran cantidad de aficionados con banderas, bombos, trapos y playeras rayadas. Hoy Monterrey vive una fiesta porque vio a su equipo campeón y no queda más que decir:
Imagen de Mediotiempo y Mexsport.
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